La reforma se basa en establecer la figura del contribuyente eventual y modificar el status de los profesionales que pagan monotributo. Asà lo indicó el jefe de asesores de AFIP, Roberto Sericano, que estudia las principales medidas tendientes a mejorar el esquema.
En el extremo inferior de la masa de contribuyentes se busca instituir una categorÃa de contribuyente eventual para quienes tienen ingresos esporádicos y no pueden llegar —ni siquiera— a los 12.000 pesos anuales de ingreso total, el lÃmite para la primera categorÃa del monotributo.
Estos contribuyentes eventuales cada vez que tengan un ingreso deberán presentar una factura en la agencia DGI, o en el banco, y se les retendrÃa entre 10 y 12% del monto. Pero si en el transcurso de un mes no tienen ingresos, no deben pagar nada. Un proyecto parecido se manejó durante el gobierno de Fernando de la Rúa, aunque finalmente no se concretó.
En el otro extremo —y es el punto que más conflictos provocó desde que se lanzó el monotributo en noviembre de 1998— es el status de los profesionales autónomos. En un principio se pretendió obligarlos a escoger entre ser monotributistas con un ingreso anual inferior a 36.000 pesos, o ser responsables inscriptos en el IVA. Sin embargo, varios profesionales —e incluso el defensor del pueblo— apelaron y obtuvieron recursos de amparo para seguir como responsables no inscriptos.
Ahora la reforma pretende nuevamente llevarlos a escoger entre ser monotributistas con un ingreso bruto anual inferior a 48.000 pesos, o que se inscriban en el IVA (es decir, que no sean más responsables no inscriptos). A cambio se les incluirÃa dentro de la cuota del monotributo el aporte a la seguridad social y a la salud, que ahora los profesionales monotributistas tienen que pagar aparte en carácter de autónomos. Se estima que un 50% de los profesionales ganan menos de 48.000 pesos anuales y un 75% están por debajo de los 144.000 pesos anuales.